viernes, 15 de agosto de 2008

Naturalizados en la selección nacional de futbol, ¿Si o no?

En los últimos días se ha recrudecido este añejo tema tan polémico y que fractura a la opinión pública. Algunos periodistas salen envueltos en la bandera nacional a saltar desde lo alto de su televisora, radiodifusora o editorial en defensa de lo nacional, de lo nuestro, de nuestra gente; jugadores importantes y en activo los secundan en sus heroicos actos de orgullo patrio sin igual, atrás de ellos vienen algunos entrenadores solo comparables con los héroes nacionales.

Esta la contraparte: periodistas, jugadores, entrenadores, federativos y aficionados que se toman las cosas con calma y dejan esa responsabilidad en manos del Director Técnico nacional en turno.

Todos sabemos que principalmente televisoras, pero también algunos jugadores y entrenadores manejados como títeres por promotores no dan paso sin huarache, y que para salir a opinar tan candentemente como lo han hecho es porque algún interés tienen en que las cosas sean de tal o cual manera. Independientemente de los intereses que representen, oscuros o válidos, ¿Cuáles son sus argumentos para ponerse en contra?

Se pierde la identidad nacional.

No hay compromiso real con la playera.

Son mercenarios, si pudieran se irían a un lugar mejor.

La selección mexicana debe ser de puros mexicanos 100%.

No deberían tener derecho a representar al país por no haber nacido aquí.

La verdad para mi está muy fácil el asunto: La Constitución Política de nuestro país establece ciertos requisitos para tener la nacionalidad mexicana; el hecho de tener la nacionalidad nos da a todos nosotros como ciudadanos mexicanos derechos y obligaciones, así mismo no hace distinción entre nacidos y no nacidos en territorio nacional salvo para ocupar algunos puestos de elección popular como el de Presidente de la República.

Dado que la Constitución ni ninguna ley nacional vigente establece categorías de "mexicanos", tanto Leandro como Vuoso o Sinha, etc, quienes han cumplido con los requisitos necesarios para ser ciudadanos mexicanos, tienen el pleno derecho a representar al país en cualquier evento deportivo, porque ante la ley son tan mexicanos como yo, o cualquier nacido en territorio nacional. Pretender excluirlos de la selección por el no haber nacido en México no solo es negarles un legítimo derecho, es etiquetarlos de "mexicanos de segunda" o algo similar.

En un mundo globalizado al que pretendemos integrarnos no podemos asumir tan retrógradas ideas de falsos nacionalismos, pugnando por una selección de solo nacidos en México al tiempo que preferimos usar ropa gringa, nos gustan más los artistas extranjeros, copiamos modas de todo tipo, costumbres, comidas, hábitos, y un largo etc. Lo peor es que todavía tenemos cara para criticar a los gringos por maltratar a nuestros "paisas" del otro lado, de no darles oportunidades de ser ciudadanos con todos los derechos y de más, y nosotros hacemos algo muy similar con los que llaman despectivamente "naturalizados". Esa actitud de rechazo si bien no se puede llamar racismo ni xenofobia, si es discriminación, si es segregación por un motivo tan cuestionable como absurdo: su lugar de nacimiento.

Personalmente estoy de acuerdo con el entrenador nacional de darles la oportunidad de demostrar que pueden y quieren vestir la verde con orgullo y defenderla, no hay nada más democrático, imparcial y justo que eso; solo su desempeño dirá si merecen el puesto o no.

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