Al principio del torneo escribí sobre lo mucho que prometían las chivas para éste torneo. La verdad es que los resultados no pueden ser más decepcionantes: penúltima fecha del campeonato, sin poder ganar de local ante el Puebla, las posibilidades de ir a la liguilla parecen ahora más lejanas.
Independientemente de si pasa o no, el verdadero meollo con las chivas es el pobre futbol exhibido durante todo el año. Con Efraín Flores esporádicamente se veían unas chivas espectaculares, pero después se les hizo costumbre caer en baches y no sacar resultados importantes... se fue Efraín, y con Paco Ramírez es lo mismo pero más feo.
Desde que Paco Ramírez se hizo cargo de las chivas, su mejor juego ha sido el clásico contra el América, el cual no fue precisamente una exquisitez de partido. De ahí en adelante se ve un equipo timorato, cuasi-ratonero, simplemente no se ve a que juega... vaya: es como el América pero sin Cabañas (ah! pero con mejor defensa). Es obvio que falta mucho trabajo con el club de parte del actual entrenador, pero con un presidente como el que tenemos, es muy probable que se cambie en verano de técnico y a empezar de nuevo a trabajar con los jugadores.
En la libertadores, las cosas no pintan mejor. Un futbol mediocre es el exhibido hasta ahora, muy por debajo de lo que nos tenía acostumbrados en otras ediciones de la copa, por si fuera poco van contra Sao Paolo, y está en vilo si jugarán, y donde jugarán, pues con la situación actual de la pandemia de influenza nadie quiere venir a México o que los visiten los mexicanos.
Así pues, no se ve que vayan a llegar muy lejos en ambos frentes, lo único que puedo aplaudir es la determinación para seguir peleando en los dos torneos hasta el final, pero creo que el año deportivo terminará con más pena que gloria. A esperar mejores tiempos, porque aunque éstos prometían mucho, solo han traido decepción.
